En una ceremonia encabezada por la ministra del Interior, Carolina Tohá y el Director General Sergio Muñoz Yáñez, 122 oficiales alumnos de la Academia Superior de Estudios Policiales (Asepol) recibieron este 7 de diciembre el título de «Oficial Graduado en Investigación Criminalística».
En el acto, la ministra Tohá destacó la importancia del perfeccionamiento de los oficiales policiales señalando: «Es de interés del país que los detectives puedan prepararse y tengan acceso a cursos de esta envergadura, el cual los perfecciona para la siguiente fase de su carrera institucional» agregando que hoy -la criminalidad existente- exige una mayor preparación de sus líderes policiales.
En tanto en representación de los graduados, el subprefecto Alejandro Espinoza, oficial de mayor antigüedad, se refirió a la importante etapa profesional que vivieron este 2022 junto a sus compañeros de promoción, destacando las competencias analíticas y directivas adquiridas en la Asepol, para ejercer cargos de jefatura acorde a los requerimientos actuales.
La promoción contó con 96 oficiales hombres y 26 mujeres, entre los que se encontraban seis becarios pertenecientes a la Policía Nacional de España, Panamá y Gendarmería de Chile, quienes tras un año de estudio, adquirieron conocimientos y herramientas para afrontar nuevos desafíos que impone la criminalidad.
A primera hora de la jornada, los oficiales graduados recibieron de parte de sus familiares la Medalla Academia Superior, ocasión en que el Director de la Asepol, Prefecto Inspector, Ricardo Quiroz Pereda, destacó la importancia de la familia como pilar fundamental en este importante proceso académico.
En la ocasión el subprefecto Mauricio Riveros, recibió esta importante condecoración de manos de su cónyuge, Luis Escudero, marcándose un hito en la historia de la institución, «Mi pareja y yo tenemos una relación de siete años y recientemente decidimos formalizarla a través del matrimonio. Solo tengo palabras de agradecimiento a la institución y al capital humano que la conforma, porque se destaca el ámbito profesional más allá de las barreras ideológicas, culturales o religiosas y siempre está a la vanguardia. Hoy prevalece el espíritu de cuerpo de ser parte de la PDI y aportar a su misión».